IGLESIA DE SAN FRANCISQUITO
La ermita se funda en 1737 por Francisco Fernando de Barrenechea entre otros. La pequeñez del templo y de la talla del santo que alberga en su interior, propician el nombre popular de Santutxu.
Esta ermita, fundada el año 1737 por Francisco Fernando de Barrenechea entre otros, Se construye para evitar el desplazamiento a Begoña para oír misa los días de precepto. Se destinan a este proyecto la renta anual del molino de Ercilla y la casa llamada ‘Cantón’ en Ugarte de Muxica. El 2 de abril se celebra la festividad del santo con una Misa Mayor de gran solemnidad a la que asisten representantes del Ayuntamiento de la República de Begoña, así como miembros del clero.
El nombre de Santutxu, que hace referencia no sólo al conjunto de la zona sino también a una larga calle vertebral y arteria principal del conjunto del terreno, tiene su origen en la ermita levantada en el solar que fue de Iturriaga, bajo la advocación de San Francisco de Paula, más conocido por “santutxu” (santo pequeño) debido a las reducidas dimensiones y lo diminuto del santuario que se venera.
Ha sido por tanto este pequeño santo o “santutxu” el que ha venido a denominar toda esta zona, así como la calle del mismo nombre.
Continuando con la historia, señalar cómo por aquellos primeros años era tradición celebrar el día 2 de abril la festividad de San Francisco de Paula con una Misa Mayor de gran solemnidad a la que asistían representantes del Ayuntamiento de la República de Begoña, así como miembros del Clero que por aquella época tomaban parte en todos los actos religiosos, no faltando para dichas ocasiones festivas los cohetes, el tamboril y, por supuesto, un buen trago de txakoli casero .
Con el paso del tiempo este santo de pequeñas dimensiones fue cobrando importancia entre los feligreses y llegó a convertirse en el patrón de distinguidas asociaciones como la de Delineantes y Geómetras
En 1899 y ante notario fue adquirida por la Compañía Minera Morro de Bilbao la propiedad del caserío Bustinza, que se componía de dos viviendas y una gran campa, la de Iturriaga, dentro de cuyo terreno se hallaba la ermita, que también quedó incluida en la venta.
Durante el período que duró la guerra carlista la imagen estuvo escondida en la bodega de una casa próxima hasta poder situarla en el interior de la ermita. (Texto: Ainhoa Agirregoikoa (Periódico DEIA)
CALLE SANTUTXU
«Se halla esta calle en el Distrito de Begoña, entre Zabalbide y Ollerías, y tiene su origen en la ermita existente en el término que fué de Iturriaga, bajo la advocación de San Francisco de Paula, más conocido por el nombre de Santuchu, dadas las reducidas dimensiones de la imagen y de lo diminuto del santuario en que se venera; fundada el año 1737 por don Francisco Fernando de Barrenechea y Erquiñigo Múxica y Ocáriz, Diputado General del Señorío en 1709 y Superintendente de la Real Casa de la Moneda de Sevilla; para que sus colonos pudiesen oír misa los días de precepto, destinando a estos fines la renta anual del molino de Ercilla y la casa llamada «Cantón» en Ugarte de Múxica.
Era tradición celebrar el día 2 de abril, festividad de San Francisco de Paula, una Misa mayor, con gran solemnidad, a la que asistía el Ayuntamiento de la República de Begoña, y el Clero, que tomaba parte en los actos religiosos; no faltando los cohetes y el tamboril, acompañados del chacolí del barrio.
Actualmente, por encargo de la Asociación de Delineantes y Geómetras de la Villa, que tienen por patrón a San Francisco de Paula, se celebra una Misa en fecha tan señalada, aunque no con la majestuosidad de antes; y también el Club Deportivo Santuchu, uno de los más veteranos de la Villa, honra a este Santo con otra misa rezada, el domingo siguiente a la festividad de Nuestra Señora del Carmen, que se aplica por las almas de sus socios y las de los vecinos del Barrio, fallecidos durante el año; organizándose a continuación, frente a la ermita, un aurresku de honor.
Ante el notario don Ildefonso de Urizar, en escritura de 11 de febrero de 1899, fué adquirida por la Compañía Minera «Morro de Bilbao», de don Francisco Caraciolo de Barrenechea y Oñate, Conde de San Cristóbal, la propiedad del caserío Bustinza, que se componía de dos viviendas, una tejavana, horno, varias heredades labradas, viñedos y una campa, dentro de cuyo perímetro se hallaba la ermita, que quedó comprendida en la venta, pero no así las efigies del Santo titular y las de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, ornamentos, vasos sagrados, mobiliario y demás objetos que constaban en dicha Capilla y adornaban el altar, que continuaron perteneciendo al Conde hasta el año 1902 en que sus herederos hicieron donación a la Sociedad propietaria.
Durante la guerra carlista, el santero, escondió la imagen en la bodega de una casa próxima.
Esta ermita es muy visitada por propios y extraños, principalmente los viernes. Hacia 1915, fue ampliada con dos capillas más, y restaurada recientemente por don Luis Barreiro, encargado de su conservación.»
1954 Texto e imagen del boletín estadístico de la villa. Archivo municipal












